MADRID.- El colectivo de presos de ETA reconoció el daño causado por el grupo armado en su afán por conseguir la independencia de la región del País Vasco del resto de España y dio luz verde a una vía individual que permita a los reclusos acelerar su salida de prisión. “Reconocemos con toda sinceridad el sufrimiento y daño multilateral generados”, afirman en un comunicado remitido a los diarios “Gara” y “naiz.info”, cercanos a la izquierda independentista.

Dos años y dos meses después de que el grupo armado independentista ETA anunciara el cese definitivo de la violencia, el colectivo se muestra “dispuesto a estudiar” un proceso “escalonado, mediante compromisos individuales y en tiempo prudencial” que permita la “vuelta a casa” de los presos.

Se trata de un gesto inédito ya que, hasta ahora, el colectivo de presos de ETA rechazaba aceptar de forma generalizada la política penitenciaria de España, el reconocimiento del daño causado y que los reclusos decidieran de forma individual sobre su situación carcelaria.

“Asumimos toda nuestra responsabilidad sobre las consecuencias y mostramos nuestra voluntad para analizar la responsabilidad de cada uno de nosotros dentro de un proceso acordado que reúna las condiciones y garantías suficientes”, afirman ahora.

“Podríamos aceptar que nuestro proceso de vuelta a casa se efectuase utilizando cauces legales, aun cuando ello para nosotros implícitamente conlleve la aceptación de nuestra condena”, añaden.

El colectivo renuncia “al método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición, represión y vulneración de derechos”. A cambio, pide a los gobiernos de España y Francia “derogar toda situación y medida de excepción (...), cambiar radicalmente la política penitenciaria y priorizar el fin de la dispersión” de los reclusos.

En el comunicado, los presos de ETA también aluden a la tortura que denuncian por parte de las fuerzas de seguridad del Estado y piden que la política penitenciaria y los procedimientos judiciales sean “revisados y evaluados y reparado el daño causado”.

Actualmente, unos 600 miembros de ETA se encuentran en prisión. En los últimos meses, medio centenar de ellos fueron excarcelados a raíz de una sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. El grupo armado mató en medio siglo a más de 800 personas para intentar conseguir la independencia de la región del norte de España.

El grupo hace dos años anunció el cese definitivo del terrorismo, pero todavía no se disolvió ni entregó las armas, un reclamo que le exigieron los distintos gobiernos. (DPA)